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Antonio Muñoz Degrain

Antonio Muñoz Degrain (Valencia, 18 de noviembre de 1840-Málaga, 12 de octubre de 1924) fue un pintor español de paisajes y obras de temática histórica, inspirada en pasajes literarios y asuntos orientalistas. Se le ha considerado uno de los padres del luminismo valenciano, aunque no ajeno a los preceptos románticos y simbolistas.

De ascendencia francesa, hijo de padre relojero, comenzó por deseo de este los estudios de Arquitectura que pronto abandonó para inscribirse en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia.

SU HISTORIA

Allí cursó diversas asignaturas entre 1852 y 1859, destacando en la dedicada a la pintura de paisajes que impartía por aquel entonces el profesor Luis Téllez-Girón Belloch (1808-1878), aunque más importante en este aspecto fue quizá su amistad con Rafael Montesinos Ramiro (1811-1877), también profesor en la Real Academia de San Carlos. En 1856 decide marchar a pie a Italia sin apenas dinero.[cita requerida]

La llegada de Carlos de Haes (1826-1898) en 1857 a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid supuso una renovación formal en el género del paisaje español, que junto con la nueva orientación de los gustos de un público burgués más proclive al cuadro esencialmente decorativo y de pequeñas dimensiones, potenciaron al máximo la labor de los paisajistas. Siguiendo la tradición de los jóvenes pintores, Muñoz Degrain utilizó como plataforma de su carrera el taller de Rafael Montesinos Ramiro y el estudio de su compañero Bernardo Ferrándiz Bádenes.

En 1862, participó en la Exposición Nacional de Madrid con una Vista de los Pirineos. También acudió a exposiciones internacionales, como las Universales de Filadelfia (1876), Múnich (1883) y Chicago (1893).

En 1870 se trasladó a Málaga reclamado por Ferrándiz Bádenes para colaborar en las obras de decoración del techo del Teatro Cervantes, los fondos de la Alegoría de Málaga. Entre 1870 y 1871 cambia de registro temático y a la Nacional de ese año manda sus primeras pinturas de género: La oración o Coro de Monjas, La Sorpresa, El campamento, La Caridad y el Ave María.

Con el coro de Monjas vuelve a obtener la segunda medalla y es adquirida por el estado. Aunque suponga un cambio temático, la composición de esta obra sigue moviéndose en el lenguaje solemne y grandilocuente de la pintura de historia. En cambio, la obra La sorpresa si sugiere un tratamiento en el que la espontaneidad y la congelación del gesto son las claves del relato, en la línea de lo que hacía Ferrándiz y Fortuny.[cita requerida]

En Málaga contrajo matrimonio y en 1872 nacería su único hijo Joaquín. Fue miembro de la Asociación de Escritores y Artistas de Málaga. También fue elegido para formar parte de la recepción de Alfonso XII en su visita a Málaga en marzo de 1877, para la que realizó la obra titulada Drama en Sierra Nevada, que posteriormente sería adquirida por el Ayuntamiento, que también adquirió Tragedia en el Valle, dedicado al entonces alcalde José de Alarcón Luján.

En 1917, Valencia lo honra erigiendo un monumento realizado por el escultor Díaz-Pintado. El busto fue costeado por el hermano del pintor y sus amigos Manuel Nogales, Enrique Navas, Alfredo Marcos López, Pascual Isla, Enrique Cuñat y José Albiol, y posteriormente donado a la Academia. Poco después, la Academia de Bellas Artes de Málaga emprende una campaña para sufragar el levantamiento de un monumento similar en Málaga. En 1922 los fondos recaudados todavía eran escasos, como expone el pintor Nogales ante la Academia, encargado de coordinar el proyecto. El proyecto del monumento no prospera durante los años siguientes y la Academia decide compensar la situación nombrándolo académico de honor, propuesta que es acogida por 'aclamación entusiasta' y otros académicos como Salvador Rueda, Revello y Diego García Carreras le rinden homenaje mediante un poema, un pergamino o una lápida y finalmente la inauguración del monumento en el parque el 14 de junio.

En 1924 vuelve sobre el valor en Málaga con la composición sobre la epopeya de Igueriben. El cuadro, titulado Los de Igueriben mueren... lo concibe mientras estaba pintando un nuevo episodio sobre Colón, que abandona para acometer la gesta del comandante Benítez en la Guerra del Rif.
Fue decisión propia de Muñoz Degrain realizarlo y regalárselo al Ayuntamiento, como se expone con clara constancia en la correspondencia que cursó con el alcalde de Málaga en esos años, José Gálvez Ginachero.

Falleció en 1924, coincidiendo con la preparación del homenaje y monumento al pintor. Finalmente se erigió un mausoleo en el Cementerio de San Miguel. El Círculo de Bellas Artes de Madrid se montó una exposición antológica.

Obras de Antonio Munoz Degrain

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